¿Podemos hacer algo para que surjan nuevas vocaciones?

Toda la comunidad cristiana tiene la obligación de animar la pastoral vocacional y cada cristiano en particular. Por tanto tu labor es fundamental en esta pastoral y puedes seguir las siguientes líneas:

1.  Orar convencido de su necesidad y del gran don que supone para la Iglesia.
2. Vivir conscientemente la vocación propia, siendo cada día más fiel a la llamada de Dios, y con conciencia de ser testimonio para los demás.
3. Trabajar para ir creando en nuestras comunidades un ambiente propicio.
4.  Ayudará mucho plantear las preguntas vitales ¿quién soy? ¿qué sentido tiene mi vida? ¿cuál es mi misión? Conscientes de que cada uno tiene una vocación en la Iglesia y contribuye positivamente a que cada joven se plantee cuál es su misión y su vocación. Cuando no domina el tema se ha de poner al joven en contacto con alguien con más experiencia (sacerdote, religioso/a).
5.  Formar grupos de catequesis de adolescentes y jóvenes con una marcada orientación vocacional (aquí puede ayudar mucho los grupos de pastoral de adolescentes).
6. Invitar a niños y adolescentes a participar en las actividades que organiza el Seminario.
7. Hacerte miembro de la obra diocesana y celadores del seminario,  y comprometerte a rezar un rato por las vocaciones un día a la semana.
8. Formar coro de celadores en tu comunidad.